lunes, 10 de septiembre de 2018

DISONANCIA COGNITIVA

La disonancia cognitiva es un fenómeno que se basa en poseer dos ideas contrapuestas o incompatibles sobre un mismo aspecto.

Puede originar estados de tensión, incomodidad o malestar al no ser capaces de armonizar lo que pensamos y lo que hacemos.

El término de disonancia fue acuñado por Leon Festinger en 1957 a través de la publicación de su teoría de la disonancia cognitiva.

En el siguiente vídeo tienes una explicación de su teoría:





La disonancia cognitiva explica nuestra tendencia a la autojustificación. La ansiedad o tensión que conlleva la posibilidad de que hemos tomado una decisión equivocada o de que hemos hecho algo incorrecto, nos puede llevar a inventar razones o justificaciones para apoyar nuestra decisión o acto. No soportamos al mismo tiempo dos pensamientos contradictorios o incompatibles, y justificamos dicha contradicción, aunque sea con ideas absurdas.
  
La disonancia cognitiva solo se produce cuando los sujetos tienen libertad de elección al realizar la conducta. Si nos obligan a hacer algo en contra de nuestra voluntad, no se produce esta tensión.

Un ejemplo de cómo puede funcionar la disonancia cognitiva lo tenemos en una persona que sabe que fumar tabaco es malo para la salud, conoce que hacerlo puede acarrear problemas físicos en un futuro y, sin embargo, continúa fumando varios cigarrillos cada día.

En este caso, existen inconsistencias y contradicciones entre ciertos pensamientos de la persona que fuma y su conducta de fumar. Ante un caso como este, lo más habitual es que la persona intente tratar con más o menos suerte de racionalizar sus pensamientos contradictorios, con el objetivo de evitar que la disonancia cognitiva le provoque malestar. De este modo, la persona que continúa fumando a pesar de saber que hacerlo es perjudicial para la salud, es probable que piense cosas como:

- Que le gusta mucho fumar y el placer que le aporta el momento en que se enciende un cigarrillo tiene más valor en su vida que el cuidado exhaustivo de su salud.

- Que las posibilidades de que el tabaco le origine problemas de salud no son tan importantes.

- Que las personas no podemos evitar todos los elementos que pueden ser peligrosos para la salud, por lo que tampoco pasa nada si no lo hace con el tabaco.

- Que si dejara de fumar comería más y peor, ganaría peso y le podría originar otros problemas de salud, por lo que es tan perjudicial fumar como dejar de hacerlo.

Así pues, como vemos, estos cuatro pensamientos que puede tener un fumador, son contradictorios con sus conocimientos sobre los perjuicios del tabaco sobre la salud. Sin embargo, al mismo tiempo, estos cuatro pensamientos consiguen convertirse en los más coherentes dentro de sus ideas, por lo que el fumador se inclina por una de sus dos opciones (la de fumar), otorgándole la validez necesaria para poder seguir fumando.

Justificar nuestra conducta a pesar de que vaya en contra de lo que pensamos puede ser negativo cuando lo que se produce es un autoengaño. Es importante saber gestionar bien la disonancia para que esta aparezca en la medida que le corresponde, pero no nos aporte más efectos negativos de los que debería.

Por ejemplo, en el caso de una persona que empieza un plan de entrenamiento y no acude al gimnasio porque prefiere quedarse viendo la televisión, es evidente que el hecho que eliminaría disonancia sería haber ido al gimnasio. No obstante, si su decisión ya ha sido tomada no tendrá la opción de ir, por lo que la única forma que tendrá de eliminar su disonancia será a través de su cognición. Pensamientos como: “debería haber ido”, “no me lo estoy tomando en serio” “nunca me pondré en forma” o “no tengo fuerza de voluntad” mantendrán la disonancia cognitiva, pero a la vez, no ayudarán a aumentar la motivación para ir al gimnasio. Así pues, es importante que estos pensamientos no se eternicen, y puedan ser reemplazados por otros como: “por un día no pasa nada”, “mañana recuperaré lo de hoy”, “el resto de la semana lo haré mejor”, los cuales reducirán la tensión y el malestar. De este modo, lo que estamos haciendo es quitar valor negativo a la opción seleccionada de no ir al gimnasio, pero, al mismo tiempo, estamos manteniendo el objetivo final, de tal modo que la opción de ir al gimnasio del próximo día no se vea perjudicada.

Y tú, ¿qué caso de disonancia cognitiva reconoces en tu vida?